Alsacia se ubica en el este de Francia, detrás de las montañas que se
llaman los Vosgos. El lugar es rico en árboles frutales, principalmente cerezos
y manzanos. Hacemos schnaps con estas frutas y otras como las frambuesas,
las cuales son excelentes pero necesitan un trabajo titánico. Imaginen recoger
cien kilos de frambuesas en el bosque para obtener diez litros de schnaps.
¿Pero como se prepara esta bebida que contiene entre sesenta y setenta
grados de alcohol? Primero con la naturaleza y después con la tradición de los
campesinos.
Las frutas se ponen a calentar en un alambique de cobre, con fuego de
madera muy seca, durante cerca de diez horas. La cantidad de frutas puede ser
hasta de cuatrocientos kilos, lo que produce entre cuarenta cincuenta litros de schnaps. Ése es
el método de la destilación lenta. El schnaps tiene la misma apariencia
que el agua, pero su sabor es el del schnaps del fuego. Hay un método
para destilar el primer schnaps una segunda vez. Al final, el schnaps
contiene ochenta grados de alcohol y todavía tiene un gusto muy rico a la
fruta. La tomamos en vasos pequeñitos y los niños la reciben únicamente en
gotas, en un trozo de azúcar, cuando están enfermos. Ese producto tiene
verdaderas virtudes medicinales.
En Francia la ley vino a prohibir su producción, pero la tradición no
se deja intimidar ni por la ley ni por los vendedores de refrescos de cola.
*Estudiante del tercer nivel de Español
CEPE-UNAM, México, D.F.