¿En qué
situaciones damos las “gracias” en México y cómo lo hacemos? Si reflexiono en
cuántas veces yo misma digo “gracias” al día, creo que exageramos un poco.
Bueno, también hay que tomar en cuenta la edad (estoy entre los cuarenta y los
cincuenta años), el sexo (femenino). Creo que yo crecí con la tradición de “ser
amable” en todas las ocasiones posibles.
La tradición va cambiando poco a poco, pero todavía much@s jóvenes estudiantes
mexican@s son muy amables en su trato con l@s profesor@s, por ejemplo, y dicen “gracias”
con mucha frecuencia.
“Gracias” relaciona dos elementos indisociables, es
decir, si existe el uno, automáticamente existe el otro. Así que si alguien nos da un regalo, damos “gracias”
por el regalo, existe el regalo y
existe el agradecimiento. También podríamos decir que la causa de nuestro
agradecimiento es el regalo y que “por” indica causa, entre otras cosas.
Así, el caso de dar las “gracias” en la vida cotidiana
nos permite enlazar las relaciones personales con la gramática que usamos para
expresar esas relaciones.
Para
conocer mejor la sociedad mexicana y practicar la frase “gracias por” (“por”
como indicadora de causa, te presentamos los siguientes ejercicios.
I. Lee y
completa las frases del ejercicio (1a).
En México,
es muy común dar “gracias” por todo. Decimos, por ejemplo, “Gracias por
llamar”, cuando una persona nos llama por teléfono; “Gracias por el mensaje”,
cuando recibimos un mensaje de felicitación; “Gracias por la invitación”,
cuando alguien nos invita a una fiesta. Al finalizar una reunión, la anfitriona
muy probablemente dirá: “Gracias por venir”, y l@s invitad@s, probablemente
responderán: “Gracias por la excelente compañía”.
CEPE-UNAM, México, D.F.