Durante
mi vida de adulto he tenido varios sueños. Muchas veces el sueño era acerca de
mi morada. No mi casa en realidad, sino una casa de sueño. Cuando era más joven
después del colegio, justo en el comienzo de mi carrera, el sueño era que vivía
en un departamento, en la planta baja de una casa vieja. Veía sólo mi
departamento y la escalera de la entrada. Nada más. La otra parte de la casa
era muy misteriosa.
Más
tarde en mi vida, cuando tuve hijos y esposo, soñaba con una casa muy grande,
con portales anchos y totalmente rodeada de columnas altas. La casa era muy
vieja y necesitaba muchas reparaciones. Cada vez que tenía este sueño,
aparecían nuevos cuartos. Estos cuartos necesitaban mucho trabajo, y esta idea
me satisfacía.
Cuando
mi familia creció, la casa de mis sueños fue mi casa en realidad, pero en mi
sueño la casa era más grande y tenía muchos cuartos nuevos. Mis sueños eran muy
divertidos y excitantes. Para cada nuevo cuarto, seleccionaba y planeaba la
restauración.
Ahora
que estoy vieja, sueño con mi casa, pero no hay cuartos nuevos, sólo cuartos
que conozco muy bien. En mis sueños, estoy contenta.
* Estudiante estadunidense de Español II
-UNAM, San Antonio, Texas, E. U.