Hollywood como una cuestión de conciencia
No puedo estar totalmente con mis
semejantes en cuestiones de cine. Como una estadunidense de Los Ángeles, casi
se espera que yo sea una fan de las películas estadunidenses y que sepa
todas las noticias más recientes de Hollywood. Pero en realidad no soy una
admiradora del cine de Estados Unidos y no he visto la mayoría de las últimas
películas ni los más recientes programas en la televisión que se han hecho en mi país. Y realmente
no tengo ganas de verlos.
Mi opinión es que los medios
estadunidenses son predominantemente basura, y además son muy dañinos para la
cultura, porque corrompen las mentes de los observadores y en especial la de los jóvenes. Los medios estadunidenses
están llenos de sexo, drogas, mujeres delgadas y blancas y personajes que
manifestan valores vulgares. Los temas que tratan causan polémicas por sus
malos valores, traen desórdenes alimenticios porque corrompen las mentes del
público y también llevan a creer a la gente, hombres y mujeres, que la mujer
más delgada y güera es la más linda. Estos temas también mandan mensajes muy
gráficos de violencia, especialmente a los niños pequeños que ven este tipo de
programas desde edades muy tempranas y se vuelven insensibles ante la violencia
contra otros seres humanos.
No digo que no existan películas
valiosas o de buena calidad. Solamente quiero traer a la luz una cuestión que
muchas veces se olvida, porque es mucho más fácil no platicar estos temas
debido a la glorificación que reciben las películas de Hollywood en los Estados
Unidos. Nadie quiere criticar unos de los símbolos más populares de la cultura
norteamericana. Sin duda, el cine y la televisión son parte importante de la cultura
estadunidense y nadie quiere criticarlos, pero considero que es importante
examinar los mensajes que realmente mandan los medios a la gente.
A todos nosotros nos afecta el cine
norteamericano porque la cultura norteamericana se ve en todas partes del mundo.
Relativamente pocas personas notan el peligroso efecto de Hollywood, pero un
buen ejemplo de conciencia sucedió cuando el gobierno de Tailandia prohibió una
película reciente de Brad Pitt, porque sintió que la glorificación de esta
estrella de Hollywood, con su pelo rubio y rasgos completamente güeros,
causaría entre los tailandeses un menosprecio por sus propios rasgos
físicos. En suma, yo he gozado varias de las
películas y programas de mi país, pero espero que los directores y productores
consideren más la calidad de la obra y menos la cantidad de dinero que es
posible ganar por anunciar sexo y drama patológico.
* Estudiante del tercer
nivel de Español
CEPE-UNAM, México, D.F.