Simoly Raymond*

Foto: Simoly Raymond

Desde el día que supe que iba venir a México, muchas preguntas vinieron a mi mente. Yo estaba pensando en el modo de vida, cómo voy a acostumbrarme a las comidas, el clima, cómo voy a arreglarme para vivir como si estuviera en casa.

Así, el día de 7 de septiembre de 2015 yo llegué al país de mis sueños. Tuve un buen viaje. Todas las preguntas que yo había pensado antes empezaron a responderse ese día porque la temperatura bajó en la noche y me hizo daño. Yo vi muchos grandes edificios, más grandes que los de mi país. Eso me sorprendió mucho. Pasé dos días en el hotel, donde empecé a probar la comida mexicana. La mayoría de todo lo que yo probaba me disgustaba, pero con la ayuda del jefe del restaurante conseguí alimentos que podía comer con mucho gusto.

Después de haber pasado esos dos días en el hotel, supe que iba venir a Taxco. El lugar donde aprendería el idioma español y la cultura mexicana. Así, se prolongaron mis inquietudes porque me dijeron que una familia me recibiría. Pronto, las mismas preguntas aparecieron en mi mente.

Llegando, encontré una familia entre todas las que venían a recibirnos. Otros cuatro amigos y yo nos juntamos para vivir. Desde la primera noche, me di cuenta de que lo que yo pensaba no iba a ocurrir porque me sentí en una familia como la mía.

Ahora vivo, estudio y me acostumbro muy bien a Taxco con la ayuda de la familia, los profesores y amigos.

* Estudiante haitiano de Español 4
CEPE-Taxco, UNAM, México.