Construida hace 55 años, la capital de Brasil encanta a quien vive allá y a quien la visita por tener una arquitectura moderna, instalada por el arquitecto Oscar Niemeyer. Brasilia está organizada como Ala Sur y Ala Norte y, en el centro, es donde se ubican los ministerios, el Congreso Nacional y el palacio presidencial. La ciudad fue construida por migrantes del noreste y sureste del país, por eso se dice que es una de las ciudades brasileñas con más mezcla cultural.

Con un clima predominantemente seco entre abril y agosto, la vegetación cambia con diversas flores de varios colores y encanta a quien camina por el centro de la ciudad. En este periodo es posible sentir una temperatura de 33 grados centígrados. Con un clima seco y temperatura elevada, los médicos recomiendan a los brasileños que pongan toallas mojadas cerca de la cama y tomen mucha agua para hidratar el cuerpo. Entre septiembre y febrero la temperatura baja, llueve y sin embargo hace un poco de calor en las mañanas.

Debido a su clima seco y sin humedad, fue necesario construir un lago artificial para minimizar el problema. Hoy es un punto turístico, donde las personas pueden desfrutar de los restaurantes alrededor del lago o practicar deportes como stand up pedal o kayac, además de andar en lancha. En las alas, es posible encontrar restaurantes, cuya comida es tradicional de otros estados o disfrutar los restaurantes de otros países.

Actualmente, se discute considerar el cielo de Brasilia como un Patrimonio Histórico y Artístico del país, ya que su puesta de sol es encantadora. En la noche, es posible disfrutar de antros con diversos tipos de música o salir por algunas chelas en los variados bares existentes. Hay para todos los gustos: desde fiestas con música alternativa hasta bares modernos y caros. Otra ventaja es que los turistas pueden aprovechar los grandes parques arborizados. Si estuviera cansado de caminar, podrá tomar agua de un grifo, pues el agua es 100 % potable.

Como toda ciudad grande, Brasilia fue proyectada para 500 mil personas pero allá vivín más de dos millones de brasileños. Por eso hay algunos aspectos negativos, como el tráfico, que es muy intenso en las horas pico. El transporte público es eficiente solo para quienes viven en el centro, más conocido como Plano Piloto, pues hay una mayor cantidad de taxis, autobuses y metro, aunque los boletos son caros. A los que viven en los barrios alrededor del centro, se les pone difícil disfrutar el entretenimiento nocturno de la ciudad.

Como la ciudad fue planeada en sectores como Sector de Entretenimiento Sur o Norte, sector hotelero, sector de hospitales, entre otros, muchas veces las personas necesitan un coche para salir de sus casas, dependiendo de la hora, hasta para ir a una panadería, por ejemplo. Hay división de clases. Los altos precios de los restaurantes y los antros y la falta de una administración buena de la ciudad, también están en la lista de aspectos negativos. Aunque tenga problemas, Brasilia tiene mucho que ofrecer tanto a los turistas como a los que viven en la capital del país.