Viaje de ensueño
Mark Streeter*
Andar en bicicleta es una de las alegrías más profundas del mundo, pero vivir con todo lo que se necesita empacado en una bici y andar por carreteras largas y paisajes abiertos, es aún mejor. Hace un año mis compañeros de trabajo y yo hicimos un tour de ciclismo por la costa de California. Voy a tratar de describir el viaje por si quieren tener una experiencia similar algún día.
Antes de empezar el viaje de ciclismo, mis amigos y yo nos juntamos en el pueblo de Kanab, en el sur de Utah, donde se ubica la compañía en la que todos trabajamos durante el verano. Pusimos todas nuestras bicicletas y equipo de campamento en mi carro y nos fuimos de Utah a California. Después de un viaje de ocho horas llegamos a la ciudad de Santa Bárbara, a la casa de mi amigo. Nos quedamos una noche y al día siguiente dejamos mi carro en casa de mi amigo y abordamos un tren con las bicis y el equipaje. Tomamos el tren de Santa Bárbara a la ciudad de Oakland, que está muy cerca de San Francisco. En Oakland empacamos todo el equipaje en las bicicletas y comenzamos a rodar por las calles.
La emoción del comienzo del viaje en bicicleta se mezcló con el aire fresco de Oakland y San Francisco, que se sintió muy vivo y refrescante por estar tan cerca del mar. Ese primer día del viaje fue de exploración de estas ciudades. San Francisco es una de las ciudades más maravillosas del mundo, con rascacielos brillantes y muchos parques llenos de árboles grandes. Después de pasear por la ciudad un rato, hicimos una parada en el famoso puente llamado Golden Gate Bridge. Tomamos un par de fotos en el puente antes de que empezáramos realmente nuestro viaje en bicicleta y salimos de la ciudad a la carretera.
Durante diez días más seguimos el mismo horario. Nos levantábamos, desayunábamos, empacábamos y comenzábamos a rodar en bicicleta por la carretera que sigue la costa del Océano Pacífico desde Canadá hasta México. Cada día anduvimos entre cuarenta y cincuenta millas (1) en carretera antes de encontrar un lugar para acampar para pasar la noche. Vivir así, con todo lo necesario en las bicis, con el solo objetivo de seguir adelante por una carretera bonita por la costa del mar, era un sueño. El clima fue perfecto durante todo el viaje y todas las mañanas el aire suave y acogedor nos despertaba. Más que nada, el gran regalo del viaje fueron los momentos auténticos que mis amigos y yo pasamos juntos. Hicimos todo juntos, sin distracciones de la vida cotidiana y acabamos el viaje como amigos de por vida.
|
|
Una tarde en Big Sur |
Andando en las nubes |
Finalmente, después de diez días y cuatrocientas millas, llegamos a la ciudad de Santa Bárbara de nuevo, esta vez en bicicleta. Al final del tour nos quedamos en un bar, donde compartimos una cerveza para celebrar.
Pasar tiempo en la naturaleza, cerca del mar, con amigos, es una de las experiencias de vida que nadie debería negarse. El estado de California es uno de los lugares más lindos del mundo, y si ustedes tienen la oportunidad de conocerlo, especialmente en bicicleta, no vacilen y ¡háganlo ya!
*Estudiante de Estados Unidos del curso Español 7
Profesora: Sofía Bautista
CEPE-CU, UNAM, Ciudad de México
Imágenes: Mark Streeter
Visiten el blog de la revista, donde podrán escribir opiniones y comentarios sobre este artículo:
https://floresdenieve.cepe.unam.mx/blog/index.php/2024/06/06/viaje-de-suenos/