La Catrina
Katia Regina da
Silva*
Un sábado por la tarde, caminaba por el Centro
Histórico de la Ciudad de México, un día caluroso, propicio para apreciar el
tianguis de artesanías que se había puesto con motivo de la Feria del Libro, en
la plancha del Zócalo.
Varias cosas me llamaron la atención, pero sobre todo
ella: vestida de varias formas, pero siempre muy elegante, con vestidos de
distintos colores y brillos, siempre con un sombrero característico, grande,
inclinado y lleno de flores. Ella se llama Catrina, me la encontré en varios
tamaños, de distintos colores y con distintos accesorios: aretes, bolsa,
bufanda, estola, cigarro, etcétera. Alta, delgada, blanca, pálida, con una
eterna sonrisa en el rostro, y que todos los que ahí estaban la admiraban.
Catrina es una calavera que representa la muerte, y
que acompaña las ofrendas del día de muertos en papel picado, aunque también
muchos la compran para adorno en forma de escultura; es también un símbolo de
la clase alta y sus ridículos atuendos. Su nombre viene de la palabra CATRÍN que significa elegante, distinguido y que
las clases populares usaban para referirse a una persona que por su estatus
social era presumida.
Nació como personaje de la moda de inicio del siglo
XX, concretamente durante el gobierno de Porfirio Díaz, creada por el grabador
mexicano José María Posada.
Al final, me parece que la catrina está burlándose de
la muerte que llega para todos, independientemente de la clase social y
económica.
* Estudiante brasileña de Español Superior I
CEPE-UNAM, México,
D.F.
Katia Regina da
Silva
