Historia |
Reseña del libro |
En Gonzalo Guerrero…[1],
Carlos Villa Roiz presenta la vida de Gonzalo Guerrero (España, ¿1470? –
Honduras, 1536), quien fue quizás el primer “conquistador” en conquistar
realmente, es decir, en establecer una comunicación e intercambio cultural con
los habitantes del mundo americano en un plano de relativa igualdad. En 1511
naufragó en las costas de Yucatán; fue hecho prisionero por los mayas; paulatinamente
se ganó un lugar en esa sociedad y llegó a ser jefe militar, cacique, esposo de
una princesa y muy apreciado por la población maya de la zona de la península
de Yucatán. Con él naufragó
también el fraile Jerónimo de Aguilar, compañero de viaje que igualmente fue hecho
prisionero. Vivió ocho años como esclavo entre distintos pueblos mayas, siempre
con la mente puesta en que algún día lo rescatarían sus hermanos españoles. En
cambio, Guerrero, soldado arcabucero, dejó de lado los ideales de conquista, gloria,
oro y fama, para dar paso a una experiencia inusitada en un mundo totalmente
desconocido para el mundo del que él venía. Sentó familia, tuvo hijos (tal vez
los primero mestizos conocidos sin violación sexual de por medio), ocupó un
lugar destacado en la sociedad maya de entonces y combatió al lado de varias
tribus mayas defendiendo la península de Yucatán y zonas aledañas. La novela, como
narración, tiene un estilo frágil, lo que la hace mejor libro de historia que
novela. Algunas voces en ella son inverosímiles, profundamente eruditas y
omniscientes. Por ejemplo, la narradora principal, la hija de Gonzalo Guerrero,
es de una sapiencia descomunal y cita la mitología griega o sucesos europeos
cercanos de imposible alcance para una esclava maya de mediados del siglo XVI,
por muy criada de españoles que hubiera sido. Otros, como el mismo Guerrero,
soldado, se expresa como si estuviera a 300 años de distancia de su época y habla
de Edad Media, Renacimiento, Colón no era un
científico como Bacon, etcétera, o se refiere a Diego de Landa y a Cortés
como personajes históricos, cuando se supone que son contemporáneos. En su descargo,
la obra es abundante en datos históricos interesantes (con notas a pie de
página y bibliografía) y presenta una visión sensible de la invasión al
continente a través de las reflexiones de un hombre que involuntariamente tiene
la oportunidad de conocer a los habitantes de estas tierras “descubiertas”. En
algunos pasajes describe las importantes oportunidades que tuvieron los nativos
para expulsar de sus tierras a los invasores, especialmente cuando avanzadas de
sólo unos pocos soldados españoles, mal armados y cansados, apenas se acercaban
a las costas de lo que ahora llamamos El Caribe mexicano. El autor
destaca la incapacidad que por la sorpresa, la admiración o bien por el temor a
las profecías que anunciaban a los hombres barbados que vendrían de oriente,
tuvieron los pueblos nativos para detener el inminente avance de una
civilización que llevaría a la suya casi a la extinción. Gonzalo Guerrero
es una figura singular en la historia de México y de España. Destaca sobre todo
por su postura contraria a los conquistadores españoles y su simpatía hacia los
diferentes pueblos mayas. Supo ver y más o menos comprender la grandeza de la
civilización que estaban devastando sus compatriotas. Sufrió el esclavismo con
los mayas, pero al mismo tiempo tuvo oportunidad de conocer otro mundo sin el
hambre de poder, oro y gloria que ofuscó a muchos de sus antiguos compañeros.
Al final, irónicamente, habiendo sido él arcabucero, muere por un disparo de
arcabuz en Honduras, combatiendo a la cabeza de los mayas en contra de sus ex
paisanos. *Profesor de Español CEPE-CU, UNAM, México moztrenko@yahoo.com |
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