Viajera por excelencia
Suzanne Fleury*
Un día de verano me encontré con una compañera de trabajo en el elevador, quien me contaba que una de las experiencias más maravillosas de su vida fue cuando una de las doctoras de la oficina había dejado ir una monarca que ella había criado desde el estado de oruga. Aparentemente, había en esta época un proyecto especial que se llamaba en francés Mission Monarque, al rescate de las mariposas monarca, esas grandes viajeras canadiense-mexicanas. La médica en cuestión se había enterado del proyecto y decidió criar una mariposa. Fue un éxito total, así que a la hermosa criatura le entregó su libertad desde la oficina, bajo la mirada de un pequeño grupo de espectadores encantados. Desgraciadamente, yo no trabajaba en este lugar en esa época. Pero no importa...
Aquella mañana que me había contado todo eso mi compañera de trabajo en el elevador, salí de la oficina al mediodía para dar un paseo. Apenas acababa de cruzar el umbral y me encontré cara a cara con esta belleza, disfrutando las flores enfrente del edificio, donde por suerte ahora sí trabajo. ¡Qué buena sorpresa! ¿Pura coincidencia? Eso no lo sé... Lo que sí sé, es que se preparaba mi amiguita fotogénica para su largo viaje hasta México, y que en vez de hacer una caminata, decidí quedarme un largo rato para contemplar a la pequeña gran viajera.
Fuente de imagen: Suzanne Fleury
*Estudiante canadiense del Taller de Lectura, Gramática y Redacción
UNAM-Canadá.
Visiten el blog de la revista, donde podrán escribir opiniones y comentarios sobre este artículo:
https://floresdenieve.cepe.unam.mx/blog/index.php/2018/12/18/viajera-por-excelencia/