LOADING

Cartas que nos llegan de Rusia antigua

Elizaveta Lerer*

Carta de corteza de abedul “¿Qué mal tienes contra mí que no viniste a mí? ¡Y te traté como a un hermano! Y veo que no te gusta. Si te hubiera gustado, habrías escapado de los ojos de la gente y habrías venido corriendo. Tal vez te ofendí en mi tontería, pero si empiezas a burlarte de mí, entonces Dios te juzgue.”[1]

Esas palabras, tan amargas y tan poéticas, fueron escritas por una mujer rusa desesperadamente enamorada que habitaba en la ciudad de Nóvgorod hace casi mil años. ¿Qué clase de fuente histórica representa este documento? ¿Cómo es posible que podamos leerlo hoy? ¿Y qué importancia tiene hoy para nosotros? Estas son las preguntas a las que intenta responder el presente escrito.

Notas metodológicas

Este ensayo está dedicado al período inicial de la historia rusa, a saber, la cultura muy particular de la ciudad que se llama Veliky Nóvgorod, una de las comunidades que convivían en el territorio de Rusia durante la Edad Media (en aquel entonces con el nombre de Rus). Está centrado en la influencia mutua de un tipo especial de interacciones sociales y en el mecanismo de comunicación que tuvo lugar en Nóvgorod.

Las razones por las que se eligió el tema son las siguientes:

1. El papel sumamente destacado que desempeñó la mencionada comunidad en la formación del estado ruso y de su cultura.

2. “El caso de Nóvgorod”, su habitus (utilizando el término de Pierre Bourdieu) o, simplificando, su modo de vivir es manifiestamente único no solo para la Rusia medieval, sino también para el ámbito sociocultural de la Edad Media. Y aun en este sentido, puede ser de gran interés por sí mismo para unas reflexiones o una investigación sobre estrategias, caminos y opciones del desarrollo social que usaban o perdían diferentes comunidades en el transcurso de la historia mundial.

3. La razón, última en orden pero no menor en importancia, de abordar este tema, es el hecho de que, gracias a la forma que utilizaban los novgorodianos para compartir información, crearon objetos materiales que servían a ese propósito. Como consecuencia, nosotros hemos obtenido acceso a datos particulares sobre la vida diaria de la época, las normas y prácticas, la manera de pensar y el lenguaje de personas comunes y corrientes medievales.

Si bien se basa en la información que nos proporcionan las ciencias históricas, este texto no es una exposición académica en sentido estricto. Está concebido como la primera introducción a cierto sistema cultural casi desconocido para los lectores hispanohablantes de América. Teniendo en cuenta este objetivo, el escrito se enfoca, en primer lugar, en la descripción y la explicación –simple, pero no simplista– de los rasgos esenciales de este sistema; y en segundo, en la ejemplificación, de manera que no solo ilustre los hechos o conceptos, sino que despierte la imaginación y genere en los lectores interés en el tema.

 ¿Una república medieval?

Gran Nueva Ciudad (así se traduce Veliky Nóvgorod), con sus fortificaciones poderosas, templos espectaculares, mercados abundantes y población próspera, era la urbe que podríamos nombrar la Ciudad, con mayúscula.

La Catedral de la Santa Sabiduría (Sofía)

                                                                                                         La Catedral de la Santa Sabiduría (Sofía) (1045-1052) 

Desde su fundación, en 862, y hasta que fue sometida por el zar de Moscú en 1478, en el proceso de integración de las tierras separadas y diversos estados rusos en una nación unificada, Nóvgorod representaba la ciudad-estado soberana —en líneas generales, semejante a las de la Grecia Antigua o a las de Mesopotamia y Mesoamérica—. Además, dominaba un vasto territorio, acumulando así enormes recursos.

No obstante, antes que nada se convirtió en un estado económica y políticamente poderoso debido al comercio internacional.

Nóvgorod

La República de Nóvgorod mantenía relaciones comerciales con varios estados europeos: las repúblicas marítimas de Venecia y de Génova, las ciudades de la famosa Liga Hanseática de Alemania (unión de las ciudades comerciales del norte y el Báltico), los Países Bajos y Escandinavia.

Panel en relieve de madera. Novgorodians

                                                                                                         Panel en relieve de madera. Novgorodianos (izquierda) ofrecen cera y pieles a comerciantes alemanes (Stralsund, 1360-1370) 

Sin ser una democracia liberal, en el sentido actual del término, Nóvgorod era una verdadera república. No se había establecido ahí su propia dinastía gubernamental aristocrática. A diferencia de la gran mayoría de los países medievales, la autoridad política en Nóvgorod no fue ejercida por un monarca o un autócrata, sino por los representantes de tres grupos de la población: los mercaderes, los artesanos y el clero. Estos formaban el Consejo de Señores y la Asamblea Popular.

Veche de Nóvgorod. La Crónica Facial

Veche de Nóvgorod. La Crónica Facial (s. XVI)

Foto: Biblioteca Nacional Rusa

Teófanos El Briego. Trinidad, fragmento (1378)

Teófanos El Griego. Trinidad, fragmento (1378)

En ciertos casos judiciales, las funciones de comandantes militares y árbitros las cumplían príncipes invitados por los novgorodianos de otros estados rusos. Si un “huésped” violaba las leyes de Nóvgorod o rebasaba sus competencias, el Consejo de Señores lo expulsaba de la ciudad.

Todo esto ha sido estudiado por diversos historiadores a partir de finales del siglo XVIII, cuando la historia inició como disciplina científica. Las fuentes principales de las investigaciones eran anales, tratados, documentos oficiales emitidos por autoridades de diferentes niveles y compendios de escritos religiosos. (Por cierto, en el año 2000, en Nóvgorod, fue hallado el libro más antiguo de los que habían sido descubiertos en el territorio de Rus, llamado “Codex/Salterio de Nóvgorod”.)

Pero el gran cambio llegó el 6 de julio de 1951, cuando durante las excavaciones en Nóvgorod fue encontrada la primera carta en la corteza de abedul —un pequeño trozo de corteza, en cuyo interior había símbolos que recordaban los signos rúnicos—.

Por supuesto, esas grafías no eran runas, sino un texto escrito en ruso antiguo (concretamente, en el dialecto del Nóvgorod antiguo) con letras del alfabeto cirílico. En este punto parece conveniente hacer una digresión y mencionar brevemente unas palabras sobre este idioma y su sistema de escritura. 

 El idioma ruso antiguo

1. El idioma ruso antiguo es la lengua que hablaron los eslavos orientales de los siglos X al XV.

2. Dialectos de este idioma se hablaron aproximadamente en la región que actualmente comprende parte de la Rusia europea, Ucrania y Bielorrusia. De estas variantes locales se han desarrollado estos idiomas modernos: ruso, ucraniano y bielorruso, respectivamente.

3. El ruso antiguo comparte sus rasgos fundamentales —fonética y fonología, léxico y semántica, morfología y formación (derivación) de las palabras, sintaxis, retórica y pragmática (estrategias lingüísticas) — con otras lenguas de la familia indoeuropea, incluida la lengua española. Por ejemplo, en el ámbito morfológico el ruso tiene en común con otros idiomas de la familia los tiempos, modos y voces verbales, la declinación de las construcciones nominales, las categorías de género, número y persona, y la lista podría continuar.

  El alfabeto cirílico

SS. Cirilo y Metodio. La Crónica Radzivill (copia del siglo XV)

SS. Cirilo y Metodio. La Crónica Radzivill

(copia del siglo XV)

 

 

Alfabeto Cirílico antiguo



1. El alfabeto cirílico se parece al alfabeto griego antiguo porque procede de este último.

2. Lo inventaron para los eslavos dos hermanos misioneros bizantinos. El nombre de uno de ellos era Cirilo —por eso el alfabeto se llama cirílico (el otro hermano se llamaba Metodio).

Esto sucedió en el siglo IX. Era la época de cristianización de los habitantes de Europa Oriental. Dos partes del antiguo Imperio Romano —la occidental y la oriental— competían ferozmente por la influencia espiritual y política sobre sus adeptos potenciales.  Era muy práctico “regalarles” la posibilidad de leer los textos sagrados y al mismo tiempo introducir su propia escritura.

3. Es curioso que antes de inventar el sistema de escritura cirílico, Cirilo haya creado otro alfabeto que se llamaba Glagolitsa (de la raíz glagol, que significa ‘palabra’ o ‘glosa’, de la cual deriva el verbo glagóliti, ‘hablar’). Fue compuesto por símbolos bastante extraños, pero la correspondencia grafema-fonema glagólica es prácticamente igual a la cirílica.

4. En el alfabeto griego, con base en el cual fue elaborado el cirílico, había solo 24 letras, mientras que el primer alfabeto de Cirilo y Metodio contaba con 46. Con estas, cada sonido que existía en los idiomas eslavos obtuvo un carácter especial. En mil años las lenguas eslavas han pasado por numerosos cambios. Se realizaron varias reformas de ortografía y del sistema de escritura cirílico. Y ahora no existe tal cantidad de letras ni en ruso ni en otros idiomas que los usan.

5. Muchas letras cirílicas —y hasta su orden en el alfabeto— son bastante parecidas a las del alfabeto latino. Y no es sorprendente: como se sabe, la escritura latina también procede de la griega.

6. En distintas épocas, en Eurasia el sistema de escritura cirílico se usaba no solo en los idiomas eslavos, sino en algunos túrquicos, y aun en la lengua mongola, que pertenece a la familia altaica. Pero volvamos a las cartas de corteza.

Lectura  de una carta

“Carta de corteza de abedul” (en ruso: berestianáya grámota) es un término cuyo significado no es necesariamente “una epístola”. En muchas ocasiones significa precisamente “epístola” aunque en el caso general se aplica a cualquier escrito en la corteza.

¿Y por qué se usó un soporte tan extraño? La respuesta es simple. El pergamino siempre era increíblemente caro y no había papel disponible en Europa, mientras que los abedules crecían por toda la tierra y, además, la corteza es blanca —lo cual es muy bueno para mantener las letras claras y fáciles de leer—.

Bosque de abedules

Foto:Galería Estatal Tretiakov

Así pues, durante siglos los novgorodianos venían intercambiando cartas escritas en la corteza blanca. La más antigua se remonta a los inicios del siglo XI y, la más reciente, al siglo XV; hasta el año 2022 han sido descubiertas 1154 piezas.

Lo más relevante en la investigación de tales documentos es su análisis como un fenómeno histórico-lingüístico. Las cartas de Nóvgorod fueron escritas sin separación entre palabras, en mayúsculas y sin signos de puntuación (así como la mayoría de los textos antiguos, incluso los de Roma y Grecia). Diferenciar la escritura en palabras es el primer paso en el proceso de desciframiento de tales documentos.

Monogramas

Monogramas

                                                                                                    Monogramas (s. XI)

El paso siguiente es la traducción, y el tercero, el análisis de los hechos lingüísticos en el contexto histórico. En cada etapa los científicos enfrentan diversos obstáculos que son no solo de naturaleza lingüística: cambios diacrónicos de la lengua, modificaciones del significado de una palabra mediante ampliación de los usos a otros conceptos similares y terminología específica que es muy difícil de interpretar. Para resolver todos estos problemas, quien interprete los textos tiene que utilizar los métodos elaborados por las ciencias auxiliares de la historia, tales como paleografía, onomástica, metrología, cronología, numismática, toponimia, etcétera.

Por lo demás, el idioma de las cartas de Nóvgorod no es la lengua rusa antigua “clásica” conocida a partir de las fuentes históricas convencionales. Es el dialecto regional en su forma hablada. Por una parte, esto complica la interpretación del texto, pero, por otra, anteriormente ninguna clase de documentos nos había facilitado el conocimiento sobre el habla de una época tan alejada en el tiempo, por lo cual la investigación en torno a las cartas de corteza de abedul resulta particularmente interesante y significativa.

Fórmula de adivinación

                                                                                 Carta № 5 “Fórmula de adivinacion” (s. XIII)

 Ni reyes ni caballeros: ¿Quién escribía las cartas?

A juzgar por el contenido de los escritos, la mayoría de sus autores no eran aristócratas ni clérigos, sino la gente común: comerciantes, artesanos y campesinos. ¡Y todos estaban alfabetizados!

Pero lo que es aún más inusual es que los arqueólogos hallan muchas cartas escritas por mujeres. Ellas firmaban contratos, comparecían ante los tribunales por asuntos financieros y ejercían el comercio.

Veamos uno de los “mensajes femeninos”:

Omrosia

                                                                                            Carta № 59. “Omrosia” (s. XIV)

“Saludos de Omrosia a Stepan <...> me comprometo por los granjeros. Y ahora <...> después de la inundación te pagaré la deuda. En cuanto consiga [el dinero] llegaré a ti. <...>”

 Los deudores y los castores: ¿sobre qué escribían las cartas?

Estudiando los tipos de discursos presentados en la correspondencia de los novgorodianos, lingüistas e historiadores hicieron muchas observaciones al respecto. Entre ellas, la sugerencia de que la mentalidad de los habitantes del Nóvgorod medieval era mucho más cercana a la nuestra de lo que parece a primera vista. Esto se refleja, ante todo, en los tópicos inherentes a las cartas.

Cabe decir que una parte notable de las cartas de corteza descubiertas a la fecha son epístolas y documentos comerciales o de negocios, en términos más generales. Hay entre ellas mensajes privados y oficiales, hay recibos y rótulos, hay peticiones domésticas y quejas colectivas.

 Amenaza a un mal deudor

Carta № 246- “Amenaza a un mal deudor” (s. XI)

“Si no me envía cuatro hryvnias y media [dinero antiguo], entonces voy a confiscar los bienes por su culpa”, le amenaza un comerciante a su destinatario.

Así como en el caso de Omrosia, este mensaje está dedicado a una deuda, un tema muy común de las epístolas de corteza. Son frecuentes también las cartas escritas con la finalidad de concertar un contrato o agradecer por un negocio rentable.

Con todo, las cartas les servían a los novgorodianos para una gran variedad de propósitos, por ejemplo, para guardar los textos de las oraciones cristianas y fórmulas de adivinaciones arcaicas o para agendar citas y arreglar matrimonios, como lo hace esta mujer:

Sobre el próximo matrimonio


                                                               Carta № 955 “Sobre el próximo matrimonio” (s. XII) 

“De Milusha a Marena. La Gran Trenza debería casarse con Snovid [el nombre propio; literalmente: el que ve sueños] (...)”

Las primeras cartas encontradas en Nóvgorod contenían:

  • una orden para comprar una vaca y “sal alemana”;
  • una demanda para traer pieles de oso;
  • una queja de que los caballos han pisoteado el trigo;
  • un pedido de un marido a su mujer para que le enviara una camisa olvidada.

En una de las cartas, por primera vez en todo el mundo eslavo (hacia 1120), se menciona la salchicha. Y recientemente ha sido encontrada la confesión del ¡robo de castores!

El robo de castores

                                                                        Carta №1121 “El robo de castores” (s. XII)

                                                                        “Entonces soy yo quien ha robado los castores <...> Y también hemos robado 20 pieles de Milo [el nombre propio] <...> Soy un ladrón...”

 Hablando de asuntos criminales, aquí vemos un ejemplo de la decisión motivada de un tribunal.

 

Caso de falso robo

                                                                         Carta №247 “Caso de falso robo” (s. XI)

“La cerradura está intacta y las puertas están intactas, y el propietario no presenta ningún reclamo sobre este asunto. Así que castigue a ese acusador con una multa” 

En vez de violencia descontrolada, la gente de Nóvgorod prefería resolver sus disputas en los tribunales, así que los procedimientos judiciales formaban parte crucial de su vida. Este y otros fragmentos de actas de corte, que han llegado hasta nuestros días, lo demuestran con claridad.

El metatexto “escrito” por los novgorodianos

Una línea de investigación en la lingüística contemporánea es la reconstrucción no solo del idioma, sino de ciertas situaciones comunicativas expuestas en los textos antiguos. Las frases individuales se utilizan de manera que se crea un metatexto, el cual representa el sistema de patrones mentales en su relación con los modos de actuar de nuestros antepasados. El metatexto del antiguo Nóvgorod “había sido escrito” en la corteza de abedul.

Las cartas nos han mostrado exactamente las diferencias notables entre la comunidad de la república de Nóvgorod y una comunidad feudal típica. Es entonces sorprendente que haya sido así esta sociedad, la mayor parte de cuyos miembros sabía leer y escribir, incluyendo a las mujeres, que ocupaban una posición social prominente. Pero más allá de esto, era una sociedad en la que la gente común gobernaba su estado, tenía la oportunidad y la necesidad de tomar decisiones acerca de su convivencia mediante debates.

No es fácil ver lo cotidiano, mas eso es, quizá, una de las tareas mayores del historiador”, dijo el filósofo e historiador Guy Thuillier. Y es gracias a las cartas de corteza que tenemos la oportunidad de explorar la cotidianidad de los novgorodianos antiguos: сómo vivían día tras día, сómo eran sus costumbres, su vestimenta, sus artesanías, su comida y por qué eran así; cómo fue su habla, qué relaciones tenían entre sí y cómo lograban resolver sus problemas personales y sociales.

Leyendo, descifrando e interpretando los mensajes de hace mil años, conseguimos “escuchar” las voces de los que no fueron reyes, ni héroes ni santos, sino los creadores de la Gran Nueva Ciudad: sus ciudadanos.


En vez de conclusión: el autor más famoso

Autorretrato de Onfim

                                                                            Carta № 200. Autorretrato de Onfim “El caballero”. Arriba se encuentra la mitad del alfabeto

En el siglo XIII vivió el más renombrado de todos los autores de las cartas de corteza de abedul. Era un niño de unos seis años llamado Onfim.

 

El niño cubría pedazos de corteza con letras del alfabeto que estaba aprendiendo, practicaba la escritura de las fórmulas de saludo y hacía dibujos. En estos dibujos podemos ver a mercaderes y guerreros (al lado de un guerrero Onfim escribió su propio nombre), caballos, perros y criaturas fantásticas (junto a una imagen se halla la inscripción: “Soy una bestia salvaje”).

Tareas escolares de Onfim

                                                                             Carta № 199 Tareas escolares de Onfim y el cuadro con la inscripción “Soy una bestia salvaje”

Onfim tenía a su disposición herramientas muy primitivas y, de hecho, no era un gran artista. En cambio, hay algo que todos tenemos en común con él. Cuando éramos niños, todos solíamos dibujar a las personas con muchos dedos en cada mano, al igual que lo hizo Onfim.

Dibujo de Onfim

                                                                             Carta № 202 Dibujo de Onfim

 

*Estudiante de Rusia del curso Español 8
Profesora: América Delgado
CEPE-CU, UNAM, Ciudad de México

 

Fotografías: Wikipedia Commons



[1] Carta de corteza de abedul № 752 (Nóvgorod, s. XII). En lo sucesivo, los textos de las cartas son tomados de la colección digitalizada de las cartas de corteza de abedul de Rus Antigua de ss. XI-XV. http://gramoty.ru/birchbark/ Foto: medievalists.net

© Universidad Nacional de Investigación - Escuela Superior de Economía; Instituto de Estudios Eslavos de la Academia Rusa de Ciencias.

La traducción del ruso al español es de la autora.

 


[1] Carta de corteza de abedul № 752 (Nóvgorod, s. XII). En lo sucesivo, los textos de las cartas son tomados de la colección digitalizada de las cartas de corteza de abedul de Rus Antigua de ss. XI-XV. http://gramoty.ru/birchbark/

La traducción del ruso al español es de la autora.


Visiten el blog de la revista, donde podrán escribir opiniones y comentarios de este artículo:
https://floresdenieve.cepe.unam.mx/blog/index.php/2024/06/06/cartas-rusia-antigua/