Miragoane
Flobertha Dumond*
En el sur de Haití, exactamente en el departamento de Nippes, se ubica esta maravillosa ciudad llamada Miragoane. Está a dos horas de la capital, pero de mi pueblo natal está solo a 25 minutos de viaje; por eso, cuando estoy de vacaciones, la visito frecuentemente. En las líneas que siguen, le voy a presentar este lugar que, para mí, es un sitio de ensueño.
Si busca una ciudad muy grande o desarrollada, no le voy a hablar de Miragoane, pero si, de preferencia, quiere una muy hermosa y confortable, sin pensarlo dos veces, la guiaría directamente allá. Aunque es más o menos pequeña, tiene muchas cosas bonitas y la gente es increíble. Hay respeto mutuo entre las personas y también es muy fácil para ellas ponerse de acuerdo sobre cualquier tema. Hacen todo lo que pueden para vivir juntos; se reparten casi todo lo que poseen, como comida o dinero, aun cuando es poco a veces. La tristeza de una familia la sienten todos. En este lugar, la gente no es adinerada, pero tiene una cosa más importante que el dinero, que es el amor por cada uno.
A muchas personas les gusta ir a Miragoane porque allá hay casi todo lo que es necesario para divertirse. En total hay tres playas estupendas, pero la más hermosa se llama LAISSEZ-MOI; ahí el mar es muy limpio, y alrededor hay muchos cocoteros que dan sombra a la gente que no quiere tomar sol. Hay vendedores que ofrecen diferentes comidas sabrosas, o recuerdos que los visitantes pueden llevar a su casa. Además, cerca de la playa, hay algunos hoteles amplios, bien conservados, donde amigos, novios o casados pueden pasar momentos inolvidables.
Como dije al principio, no es una ciudad grande pero tiene muchas cosas buenas. Como lugares importantes, puedo hablar de la Plaza Pública, un poco grande, que está situada en el centro de la ciudad; en este lugar hay bancos para sentarse y contemplar el paisaje, hay muchos juegos para los niños, refrescos, helados y otros atractivos. Cerca de la plaza encontramos el museo de la ciudad, donde hay algunas cosas de la antigüedad, como las que usaban nuestros antepasados durante las guerras y también esqueletos de animales. En frente de la plaza, hay una iglesia católica muy grande y magnifica que atrae a muchos turistas por ser una edificación que tiene varios siglos.
Además del único cine de este sitio que funciona cada jueves y domingo, la población tiene otras aficiones en sus tiempos libres, como partidos de futbol en la pequeña cancha, que es la única de la ciudad. A veces, la alcaldía organiza concursos de danza o de canto para los jóvenes, sin olvidar las discotecas cada fin de semana, de las diez hasta las siete de la mañana. Hay tiendas, escuelas, dos hospitales, bancos, electricidad, agua potable, y transporte.
Aunque no conozca todas las ciudades de mi país, para mí, Miragoane es mejor que cualquier otra. Además de todo lo que acabo de decir, es un lugar seguro y allá la vida es muy barata. ¡Me fascina!
*Estudiante haitiana de Español Básico 2
CEPE-Taxco, UNAM, México