Un día extraño
Emma Geddes
Esta anécdota pertenece a uno de mis estudiantes de LosÁngeles cuando les pregunté cómo fue su Nochebuena
La Nochebuena había llegado, finalmente, y toda la familia se preparaba para una gran fiesta. Los invitados empezaron a llegar: las mujeres se reunieron en la cocina, los hombres en la sala, y los jóvenes arriba con los videojuegos. La familia había pedidouna cena de pollo de su restaurante favorito, había bastante comida y bebida para todos.
La fiesta siguió. La gente bailaba, jugaba juegos, y platicaba sobre otros tiempos. De repente, se escuchó un chillido en el garaje, y la música terminó bruscamente. El perro de la familia había robado un pedazo de pollo de la mesa y se lo había comido a escondidas, y ahora estaba extendido por el piso, sin ningún tipo de movimiento, muerto.
El protagonista de esta anécdota, mi estudiante, corrió abajo cuando oyó el grito, y vio a su perro muerto. No quería aceptar el hecho de que su perro había muerto, y de este modo, empezó a meter su mano a la garganta del perro para sacar los huesos de pollo. Toda la gente de la fiesta lo observó con sorpresa. El perro no respondía, y por pura desesperación, él empezó a poner suboca en el hocico del perro para darle respiración artificial. Ante la sorpresa de toda la gente, el perro resucitó y empezó a caminar ¡un poco desorientado, pero vivo!
* Estudiante estadounidense de español, Intermedio 1
CEPE-CU, UNAM, México, D.F.
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