El Álamo
Christian Dunham*
Originalmente “El Álamo” fue una misión española fundada por misioneros católicos, a principios del siglo XVIII, bajo el nombre de Misión San Antonio de Valero. Su propósito, tal como el de las otras misiones españolas en Texas y el resto del nuevo mundo, era educar a los indígenas sobre la religión cristiana. Fue establecida a la cabecera del río San Antonio y fue la primera misión construida a lo largo de él.
Sin embargo, a finales del siglo XVIII, fue abandonada por cuestiones socio-políticas, es decir, sufría saqueos a menudo, además de que ya casi todos los indígenas de la zona habían sido convertidos al catolicismo.
A principios del siglo XIX fue ocupado de nuevo, esta vez por un grupo de soldados españoles que se denominaban la Segunda Compañía Móvil de San Carlos de Parras, en el estado mexicano de Coahuila, de donde, probablemente, haya tomado su nombre actual de “El Álamo.”
Durante la Independencia de México, funcionó como hospital y prisión política; además de ser la morada de dicha compañía de soldados. Sin embargo, enseguida se entregó al recién nacido gobierno mexicano, después de haber sido derrotadas las fuerzas españolas. Entonces se convirtió en un verdadero fuerte armado con casi veinte cañones.
Pocos años después, los habitantes de Texas se levantaron en contra del nuevo gobierno mexicano y derrotaron a las fuerzas mexicanas que ocupaban este sitio. Como éstas eran las únicas fuerzas mexicanas en Texas en aquel momento, los texanos pensaban que la guerra ya había terminado. Sin embargo, el ejército mexicano, bajo el mando del general Antonio López de Santana, arribó a la exmisión y la sitió. Además de que los texanos tenían muy poco tiempo para organizar una defensa, su nuevo gobierno se encontraba en un estado de desarreglo y, por lo tanto, los mexicanos lograron derribar El Álamo. No obstante, los texanos los retuvieron por doce días, luchando valientemente hasta su muerte inmortal.
Se dice que todos los que estaban dentro de El Álamo ese día del 6 de marzo fueron masacrados por el ejército mexicano. Su acto de sumo valor, de nunca rendirse ante el enemigo, los convirtió en un símbolo de valentía y coraje cuya idea alimentó a las restantes fuerzas texanas con rabia, determinación y orgullo y les dio el poder para derrotar a los mexicanos y lograr independizarse.
Hoy en día, El Álamo se conoce por la imagen icónica de su fachada, la cual todavía sigue en pie con unas de sus antiguas paredes, aunque fueron derrumbadas muchas de sus estructuras originales. Se encuentra ubicada en el centro de San Antonio, Texas, ciudad que se fundó en los alrededores de la misión y se convirtió en un museo abierto al público que nos permite reflexionar sobre nuestro pasado y raíces, así como también apreciar lo que se tuvo que sacrificar para que pudiéramos contar con la tierra y vida que hoy poseemos.
Fuente de imagen: Thealamo.org, “El Álamo”
*Estudiante de Estados Unidos, Taller de Redacción 2
CEPE-Taxco, México
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