Para aprender y enseñar español |
Algunas aproximaciones a la enseñanza de la pronunciación del español como Le/L2por Aída Espinosa* |
La maestra Aída Espinosa responde a las preguntas de Moisés David, estudiante de la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. ¿Cuáles son los problemas de pronunciación
vocálica que con mayor frecuencia se presentan en los anglófonos que estudian
español como LE/L2? En primer lugar hay que recordar que
las vocales en inglés son inestables y sufren cambios según su contexto en el
habla; además, hay que considerar la extrema y amplia variedad de vocales entre
uno y otro dialecto del inglés (Stockwell 1965). Por lo tanto, a partir de una
variedad estándar del inglés, es posible predecir algunos problemas constantes
de los anglohablantes cuando pronuncian el español. Por ejemplo, las vocales en inglés
pueden ser tensas o relajadas, pero las tensas no lo son tanto como las
españolas; así que hay que enseñar a tensar las vocales del español. Asimismo,
en inglés toda vocal átona se reduce o desaparece; y las vocales tónicas duran
relativamente más que las átonas o diptongan. Cuando las vocales son átonas se
pronuncia una vocal muy relajada: [ə], llamada shwa
—también representada como [ɨ] por algunos
lingüistas de habla inglesa—, vocal central no acentuada. Por lo tanto, al anglohablante hay
que enseñarle que en español hay un aumento de intensidad en las vocales
tónicas, pero que éstas se pronuncian con la misma duración que las vocales
átonas. Podemos poner de ejemplo la palabra "interesante" [ ῖn̪.te.re.'san̪.te] en contraposición
con "interesting" ['ɪn.trə.stɪŋ]. De igual manera,
recordemos que para un hablante de inglés no es lo mismo "sheep"
("oveja", se alarga la vocal) que "ship" ("barco", la
vocal es corta), así que al practicar la pronunciación del español
frecuentemente estos estudiantes dirán "liir" por
"leer". Escudero (2002), en una conferencia titulada Learning the Sounds of a New Language:
Adults Can Do It Too!,
concluyó que hay problemas específicos con la pronunciación de la "e", que
estos estudiantes perciben y pronuncian como nuestra "i". Esto personalmente lo
he podido constatar en la pronunciación de algunas palabras como las
siguientes: "entretenimiento, enterrar, enterar…". Otro problema habitual de
los anglohablantes es la pronunciación de [a] por [e], [o] final de sílaba por
[ow], entre otros.
Tal vez podría parecer que los estudiantes anglófonos, al tener mucho más
sonidos vocálicos que nosotros, no tienen problemas de pronunciación; sin
embargo, los tienen y es porque identifican ciertos patrones fonético-fonológicos
de su lengua al aprender la nueva (recomiendo revisar para mayor profundidad el
análisis contrastivo de los sonidos del inglés y del español de Stockwell, 1965).
En su experiencia, ¿qué tan útil es
que el maestro de español como Le
conozca o tenga nociones del sistema fonético de la lengua nativa de sus
alumnos?
Claro que es muy útil, sobre todo si se tienen en cuenta las teorías de Trubetzkoy (1939) acerca del filtro fonológico: percibimos
los sonidos de otra lengua a partir de las categorías fonético-fonológicas que
nosotros tenemos a partir de nuestra primera lengua. Actualmente varios
investigadores (Flege 1995, Munro
& Bohn 2007), plantean esta misma idea: se busca
que el estudiante escuche a través de una guía y no siga sus propios patrones
fonológicos.
¿A qué ejercicios ha recurrido para
la corrección fonética en la pronunciación vocálica de sus alumnos?
Antes que nada, desde mi punto de vista, es mejor hablar de
enseñanza-aprendizaje; entiendo la propuesta de Llisterri
(2003) al llamar corrección fonética a la enseñanza de la pronunciación, pero
la corrección va aunada a una serie de conceptos acerca del error y la
equivocación que es conveniente analizar y discutir con mayor cuidado y
profundidad.
Los ejercicios que yo he aplicado incluyen
no sólo la producción de sonidos (escucha y repite), sino la percepción de
sonidos desde segmentos (sonidos) hasta el nivel suprasegmental
(cadena hablada: entonación, tono, acento, ritmo...). Además, me interesa que el
estudiante realmente comprenda las características de los sonidos del español,
de tal modo que pretendo que el estudiante ponga atención en sus
características relevantes. A los estudiantes nunca les menciono términos
fonéticos, aunque sí trato de captar su atención a través del juego y la
comparación de los sonidos con metáforas (con imágenes, objetos…). Por ejemplo,
para enseñar las vocales, es muy buena idea llevar a la clase un listón o un
cordón (ejercicio propuesto por las alumnas María de Lourdes Rodríguez Camacho
y María Sofía Ivón Figeman
Ramírez en el Diplomado de Enseñanza del Español como Lengua Extranjera). Se
dice que las vocales del español son tensas —se estira el listón—, y que no se
relajan —se afloja el listón— como las del inglés. Por otro lado, ha sido muy útil para
mí rescatar lo que ya proponía hace más de cuarenta años el método verbotonal, el cual enfatizaba que era muy importante hacer
distinguir a los estudiantes el sonido antes de producirlo, y que en la
producción había que hacer que el estudiante pronunciara de la manera más
sencilla para él, de acuerdo con sus hábitos fonológicos. Sin embargo, esto
implica un gran conocimiento del sistema fonético-fonológico de muchas lenguas.
En este intento, hago ejercicios de pronunciación matizada y fonética
combinatoria (poner los sonidos en ciertos contextos para hacer más sencilla la
pronunciación y de manera gradual). Estos aspectos los aborda de manera muy
clara Dolors Poch Olivé
(1999) en su libro sobre enseñanza de la pronunciación para profesores. 4. ¿Qué tan frecuentemente recurre a la fonética
de la lengua nativa de sus alumnos para explicar y corregir su pronunciación
del español como LE; y qué tan recomendable considera dicho recurso? Para un profesor a veces es muy
difícil conocer todos los sonidos de todas las lenguas de nuestros estudiantes.
Sin embargo, ya existe un Handbook (1999) de los sonidos de muchas lenguas que pueden
orientar al profesor. A veces es muy importante comparar la fonética de la
lengua de los estudiantes con la del español. Lo importante aquí es hacer un
diagnóstico de errores y dar pistas acústicas para que el estudiante
interiorice los sonidos de la nueva lengua. Esas pistas tienen que ver con
sonidos que ya conocen o con aprender a escuchar sonidos en diferentes
contextos. Además, creo que es muy importante
enseñar a escuchar, y no me refiero sólo a los sonidos de la lengua meta, sino
a cualquier sonido que implique poner atención a claves acústicas, como por
ejemplo, la diferencia entre una guitarra clásica y una guitarra electroacústica.
Bibliografía que se sugiere revisar:
Escudero, P. 2002. Learning the Sounds of a New Language: Adults Can Do
It Too! Ponencia en línea: http://www.acoustics.org/press/144th/Escudero.htm Flege, J. 1995.
Second language speech learning: Theory, findings and problems. En W. Strange
(Ed.), Speech perception and linguistic experience: Issues in cross language
research. International Phonetic Association, 1999. Handbook of the International
Phonetic Association. A guide to the use of the International
Phonetic Alphabet, Llisterri, J. 2003. "La
enseñanza de la pronunciación", Cervantes,
Revista de Cervantes en Italia, 4, 1: 91-114. Disponible en: http://liceu.uab.es/~joaquim/publicacions/Llisterri_03_Pronunciacion_ELE.pdf
Munro M. & Bohn, O-S. 2007. The study of
second language speech. En Bohn & Munro (Eds). Langanguage speech learning: in honor of James Emil Flege.
Poch Olivé, D. 1999. Fonética para aprender español: pronunciación, Madrid: Edinumen. *
Profesora de Pronunciación CEPE-CU,
UNAM, México, D.F. aidaesva@yahoo.com.mx Triángulo de Helwag:
http://paginaspersonales.deusto.es/airibar/Fonetica/Apuntes/05.html |
|