Breve respuesta al artículo “¿Y qué fue del gordito feliz?”, de Arturo Orea y Ana Ma. Sánchez, en ¿Cómo ves?, Revista de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, Año 11, No. 130 (www.comoves.unam.mx )

En la sociedad hay problemas en los que tenemos que pensar. Uno, grave, es la obesidad de los niños, problema que trata este artículo. Desde mi punto de vista, es obvio que hay gente que está demasiado gorda en México, comparándola con la gente de Japón, mi país. Los autores piensan que hay que ver el problema con más atención, pero hay una idea en el artículo con la que no estoy de acuerdo. Dice que una persona gorda no está sana ni feliz, algo así. ¿Será verdad realmente? No creo que sea necesariamente así.

Yo no conozco la biología, pero hemos de tener normas diferentes de salud. Hay personas delgadas que comen muchas comida chatarras y dulces, pero no suben de pesos por su constitución. Pero, no sabemos si tienen buena salud. Han de tener mucha grasa en sus vísceras, aunque se ven sanas.

Dicen los autores que las personas gordas no están felices. Dudo que sea cierto eso. Si tienen enfermedades a causa de la obesidad o tienen ganas de bajar de pesos, entonces no están felices. Pero si están contentas con sus cuerpos y se sienten felices porque comen como quieren, entonces ellos han de estar felices.

Además, en México hay mucha gente gorda, así que, aunque una persona tiene demasiado peso, no se da cuenta ni necesita preocuparse de su figura tanto. Por eso no sentirá estrés. Ésta es mi opinión

* Estudiante japonesa de Español, Intermedio 1

CEPE-UNAM, México, D.F.

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