Flores de Nieve, Revista de estudiantes y profesores de español
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Para aprender y enseñar español

Cuestión de humor: en busca de las huellas de la letra H

Imelda Suárez Bedolla*

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Letra H
Foto: http://www.getcoloringpages.com/
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A quien motiva mi humor lingüístico

Seguramente, más de una vez, has dicho: "no estoy de humor" o "estoy de malas", ya sea porque estás triste o enojado. Otras veces, cuando estás alegre, has dicho: "estoy de buen humor" o "estoy de buenas". Pues bien, el significado etimológico de "humor" es líquido del cuerpo humano.

Durante la Edad Media se extendió la idea de que toda persona tenía en el cuerpo cuatro clases de líquido: flema, sangre, bilis amarilla y bilis negra; y de acuerdo con su distribución ésta determinaba la condición mental de cada persona:

  • La flema se asociaba con la pereza o flojera.
  • La sangre se relacionaba con el apasionamiento.
  • La bilis amarilla con la cólera o la ira.
  • La bilis negra con la tristeza, específicamente, con la melancolía ya que el tema melan encuentra su origen en mélas, del griego, que significa negro.

Con el tiempo dicha idea se arraigó. Desde entonces nuestro sentido del humor, estado de ánimo, actitud o disposición para hacer algo viene, precisamente, de la idea medieval de que alguno de dichos líquidos predomina sobre los demás.

Si bien en La verdadera identidad de la letra H [1] , se señala que el origen de dicha letra no es fonético sino etimológico -para el caso de las palabras que en latín se escribían con f (foja) y pasaron al español con h (hoja)-; en el caso de la palabra humor, de acuerdo con el Breve diccionario etimológico de la lengua española, dicha palabra encuentra su antecedente en el latín, específicamente, en el medieval.

El mismo diccionario también identifica las formas: umor (humor), umidus (húmedo), umiditas (humedad) y umerus (hombro —de la misma familia que omóplato-); para estos casos se señala que la h no es etimológica. Es decir, lo anterior indica que antes del latín medieval no se usaba la h.

Además de identificar las etapas del latín, este hecho permite ilustrar la naturaleza variable de toda lengua, así como hacer manifiesta su condición de convención social: más que para imponer normas y reglas, para otorgarle regularidad —como también fue el caso del uso de la h ante diptongo-.

Fuente consultada:

Gómez, Guido. Breve diccionario etimológico de la lengua española. México: FCE. 1998.

[1]Disponible en: www.floresdenieve.cepe.unam.mx/fden-3535/fes-acatlan-imelda-invierno-2016.php

* Exalumna de la Licenciatura en Enseñanza de Lengua Española para Extranjeros.

FES-Acatlán, UNAM.

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Flores de Nieve, Revista de estudiantes y profesores de español

Año 19, Núm. 38
Junio de 2017

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