Nadia Xodo*

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Mi reflexión de hoy se basa en un artículo que encontré en Flores de Nieve, escrito por un compañero de Español 4 (Kelly Saillant). El título es ¿La delincuencia juvenil es una falta de los padres o de los jóvenes? (http://www.floresdenieve.cepe.unam.mx/fden-3535/cepet-kelly-invierno-2016.php). La tesis del artículo es que la culpa es tanto de los padres como de los chicos. En efecto, los primeros tienen que cumplir su tarea educativa y los últimos deben entender si su comportamiento es positivo. En este sentido, pienso que hoy tenemos que afrontar muchos desafíos en el campo de la educación. Por ejemplo, sabemos que los padres pasan mucho tiempo fuera de casa por el trabajo y utilizan la televisión para cuidar a los niños. Por otro lado, los programas televisivos transmiten imágenes de sexualidad, alcohol, robo, violencia que provocan consecuencias negativas en los chicos.

Me interesa profundizar este tema, pues forma parte de mi profesión, que pertenece al área educativa. Relacionado con esto, quiero ofrecer algunos puntos sobre el binomio: chicos y medios, hablando en particular de los riesgos que el uso frecuente de la tecnología causa en los menores de 12 años. Estudios recientes han revelado que la alta exposición a la televisión, celulares, internet, tabletas y videojuegos causan:

1. Falta de atención y retrasos en el rendimiento escolar.
2. Falta de actividad física.
3. Obesidad, cada vez más extendida.
4. Aumento de agresividad debido al contenido violento.
5. Aumento de la depresión infantil y conducta problemática.
6. Falta de sueño (el 75% de los niños tiene laptop e internet en su habitación).
7. Déficit de memoria.
8. Dependencia de los medios en lugar de relaciones familiares.
9. Emisión de radiación con riesgo de cáncer.

Estos datos hacen pensar mucho. Sin embargo, hay que reconocer que celulares y chats son una parte integral de la vida de hoy y que la red ofrece infinitas posibilidades de conocimiento y socialización. Depende de nosotros, los adultos, acompañar a nuestros chicos en el uso de la tecnología a partir de dos ingredientes básicos: el diálogo y la empatía. Algunos consejos prácticos para esta tarea son:

1. Hablar con los niños.
2. Dedicar tiempo para estar con ellos.
3. Acercarse al mundo que viven los chicos.
4. Compartir con ellos otras actividades recreativas también al aire libre.
5. Ayudarlos a construir relaciones de amistad verdaderas.
6. Explicarles los riesgos relacionados con las redes sociales.
7. Enseñarles a usar el celular y otros aparatos con la cabeza.
8. Mantener un diálogo abierto con los maestros y otras figuras educativas.

Los chicos son el futuro y depende de nosotros, adultos, ayudarlos a crecer bien.

CEPE-Polanco, UNAM, Ciudad de México.

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