Un día...
Víctor Vásquez de Villarreal*
El día llegó con gran anticipación, preparación y promesa. El jueves 21 de noviembre de 1963: el día de la visita del Presidente de los Estados Unidos, la más poderosa nación en todo el mundo. San Antonio respondió de la manera propia de una ciudad "americana" en el gran estado de Tejas, la "cuna de la Libertad Tejana", pero en esta ocasión algo trascendental ocurrió: el Presidente John Fitzgerald Kennedy, con su esposa a su lado, la Primera Dama Jacqueline Bouvier Kennedy, dirigió su discurso, no en la sala de los políticos, ni en la presencia de los ciudadanos ricos e influyentes, sino afuera, en el lado de la ciudad donde se sabe que vive la mayoría de los desvalidos, la minoría étnica compuesta de los mexicano-americanos, de los que dicen "no son ni de aquí ni de allá".
Toda la ciudad salió para la ocasión; por supuesto, las escuelas cerraron y los estudiantes tuvieron un día de fiesta. La gente se congregó en el estacionamiento del centro comercial "Las Palmas", esperando al Presidente. Mientras los niños se divertían, sentados en los hombros de los papás para ver mejor al Presidente, la gente se juntó. Era una gran multitud, agradecida, que le dio la bienvenida al Presidente Kennedy y su esposa, para un día decir "¡recuerdo haberlo visto!".
Posdata: Al día siguiente asesinaron al Presidente Kennedy
* Estudiante estadounidense de Español, Nivel IV
EPESA, UNAM-USA, San Antonio, Texas