La desgracia puede ser una bendición disfrazada*
Wei Yang**
Había una vez un señor que vivía en un lugar peligroso en la frontera. Un día su caballo cruzó la frontera y desapareció. Mucha gente vino a consolar al señor, pero él dijo: tal vez fue una bendición.
Unos meses después, su caballo regresó con otros caballos. Mucha gente vino a felicitarlo, pero él dijo: tal vez es un indicio de mala suerte.
A su hijo le encantaba montar a caballo. Un día llegaron otros caballos nuevos, fue a montar, pero no pudo controlar bien el caballo, se cayó y se rompió la pierna. Desde entonces ya no podía caminar normalmente. Mucha gente vino a consolar al señor, pero él dijo: tal vez es una cosa buena.
Un año después, un grupo vino a conquistar su pueblo. Todos los hombres tenían que ir a la batalla, pero su hijo se había lastimado la pierna y no pudo ir. Al final, muchos hombres murieron en la batalla, pero su hijo sobrevivió debido a ese accidente.
La desgracia puede ser una bendición disfrazada.
*Adaptación de una antigua leyenda china
**Estudiante de China del curso Español 5
Profesora: Rebeca Cabañas
CEPE-Polanco, UNAM, Ciudad de México
Fotografía tomada por Wei Yang
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